Cuando tienes una amistad de verdad da igual la distancia, no importan los kilómetros, ni el tiempo que pasa sin ver a esa persona, una amistad verdadera es algo que no se rompe fácilmente, muy poquitas cosas pueden con algo así. Por eso, cuando hay momentos importantes en los que físicamente no puedes estar, mueves cielo y tierra para que tu presencia se note. Y eso es lo que intentamos con esta cesta, que como podéis comprender no era solo un detalle material, en ella había mucho más sentimiento que otra cosa. Por lo menos esa fue la intención. Pero como un parto es algo imprevisible y aunque estaba todo preparado para el día del nacimiento… finalmente llegó en las mejores manos!!! Las manos de una amiga que estoy seguriiiiisima que iban acompañadas de una de las mejores sonrisas…
Mi enhorabuena a los papis y un besazo enorme para ti Pati! 😉
Deja una respuesta