Las mini toallas fueron de las primeras cosas que cosí para Marc cuando estaba embarazada. Hice bastantes porque su ropita la lavamos separada del resto y hasta llegar a una cantidad de cosas suficientes para poder poner la lavadora, iba a ir necesitando repuestos. Así que la loca de las mini toallas tenía siempre por todos sitios. Solía llevar en la bolsa del carro (cosa que aún hago y me ha salvado de alguna vez que se me ha olvidado coger un babero), por el sofá rondaban algunas, en la cuna, la cama… Nos las hemos puesto en el hombro, yo se la ponía a Marc en plan babero cuando le daba el pecho al principio que era cuando había más escapes. Llegué a hacer tantas (también es culpa de las telas, ¿ por qué son tan bonitas?) que dejé algunas para secarle el culete cuando lo tenia irritado y buscaba suavidad. Y algún que otro pijama hemos salvado de el bonito color del apiretal gracias a ellas.
Cuando he tenido que hacer un regalo o me preguntáis qué poner en las cestas de bienvenida, las mini toallas no faltan. Es algo que se va a utilizar mucho y las mamás después suelen pedir más. Así que siempre son un acierto, os lo aseguro.
Y ya si aparte de ser super útiles, son así de bonitas… pues … ¿qué os voy a contar?
Hace un tiempo, las presentaba en las cestas en forma de cupcake y quedaban muy graciosas. Si quieres hacer un regalo especial y quieres que las monte de forma original, solo tienes que decírmelo.
¿Qué os parecen?
Un abrazo.
Sandra.
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